¿Qué es?
La dermocosmética es una disciplina que se encuentra entre la cosmética y la dermatología. Es decir, los productos dermocosméticos no son considerados medicamentos, pero sus beneficios para la piel van más allá de la acción de los cosméticos.
La dermocosmética utiliza productos que son un híbrido entre un medicamento (que busca la salud de la piel) y un cosmético (cuyo objetivo es la belleza de la piel).
De esta manera la utilización de productos dermocosméticos te ayudará a cuidarte al mismo tiempo que te maquillas.
Por estos motivos, la dermocosmética es mucho más eficaz a la hora de tratar problemas de la piel como pueden ser las arrugas, manchas en la piel, psoriasis, dermatitis, caída del cabello o el acné, entre otros.
Beneficios
La dermocosmética es una disciplina que aúna la cosmética y la dermatología ya que sus beneficios van más allá del embellecimiento de la piel. Los productos dermocosméticos están indicados para mantener el PH de la piel, a la vez que logran un efecto hidratante, calmante y descongestivo.
Además, los productos dermocosméticos son aptos para nutrir todo tipo de pieles, centrándose en aquellas con necesidades especiales.
La dermocosmética está basada en estudios clínicos para lograr una composición adecuada a cada tipo de piel.
Los productos dermocosméticos están basados en principios activos de eficacia comprobada.
La formulación de los dermocosméticos ha sido revisada en estudios clínicos.
Se recomiendan para tratar cicatrices, como tratamientos de antisudoración, acné o manchas, así como para rejuvenecimiento.
La textura del producto y su composición química es adecuada para disminuir el riesgo de reacciones alérgicas.
Los dermocosméticos están testeados bajo control dermatológico.
Estos productos equilibran y regulan la actividad de la piel y el pelo desde la base para asegurar un efecto prolongado.